Vivir sin prisa

_DSC3572He estado mucho tiempo de mi vida adulta corriendo hacia la nada. Igual que un hamster en una rueda, teniendo que correr porque está corriendo, y cada paso que da le obliga a dar el siguiente porque mueve la rueda… He tenido que parar varias veces en mi vida a preguntarme: «María ¿a dónde vas tan corriendo? ¿a dónde quieres llegar?»; estas preguntas siempre me han ayudado a recolocarme, a repensar mis objetivos, a relativizar logros y a ordenar prioridades.

He vuelto de Ruanda sorprendida de la calma que transmiten allí las personas, del habla tranquila, del ritmo pausado; me ha recordado momentos donde yo también he tenido ese ritmo, no porque no tuviera cosas que hacer, sino porque tenía la sensación de estar exactamente en el sitio donde tenía que estar, con la persona que tenía que estar, haciendo justo lo que tenía que hacer.

Según voy cumpliendo años, voy teniendo más de esos momentos sin prisa, en los que el pasado no importa, no molesta, se ha asumido, está aceptado; el futuro no preocupa así que no planifico, mido ni controlo nada. Por eso, el presente es un regalo y disfruto de cada minuto, estando totalmente donde, cuando y en lo que estoy, prestando atención, siendo cuidadosa, dando importancia a cualquier cosa y a cualquier persona con la que estoy. En esos momentos, tengo todo el tiempo del mundo en cada segundo.


Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s