¿Es posible tener amigos en el lugar de trabajo? Supongo que todos contestamos inmediatamente «sí» pensando en compañeros a los que apreciamos y que nos hacen la jornada más agradable, entre cafés, comentarios, ayudas y ánimos. Pero yo no me refiero a buenos compañeros de trabajo (que son una bendición), sino a amistad, que es mucho, mucho más…
En mi vida laboral he ido cambiando de opinión sobre este tema: empecé convencida de que era imposible tener amigos en el trabajo (a no ser que algún amigo tuyo empezara a trabajar contigo); luego pasé a creer que había estado equivocada y que claro que se podía; y ahora, después de 27 años de vida laboral, creo sí es posible, aunque muy difícil, que haya amistad en el trabajo, y creo que puedo identificar a mis amigos haciéndome dos preguntas:
- ¿Estaría dispuesto a sacrificarse por mí? En mi opinión, esto marca la diferencia entre un compañero y un amigo. Un buen compañero te ayuda y apoya, te transmite cariño, te trata bien, te defiende, te protege… hasta que eso le supone una renuncia o un sacrificio. Todos somos buenos mientras no compitamos o no perdamos algo. Sólo el amigo está dispuesto a cuidarte incluso aunque eso le perjudique o le suponga un coste importante.
- ¿Le seguiría viendo cuando ya no trabajemos juntos? Hay relaciones con compañeros que salen de las paredes del trabajo, y nos tomamos algo juntos, o quedamos a comer o a cenar… mientras dura la relación laboral. Pero si uno de los dos dejara de trabajar en el mismo lugar, ¿nos seguiríamos viendo fuera? A los compañeros se les olvida relativamente pronto; a los amigos, nunca.
Yo me siento afortunada: tengo bastantes buenos compañeros en mi trabajo, y tengo algunos amigos (contados con los dedos de una mano). Voy feliz a trabajar todos los días, entre otras cosas, por las sonrisas y el cariño de tantos…
Me encantaría recibir aportaciones, sigo abierta a cuestionar mis criterios y mi opinión sobre este tema…
(Nota: la foto no es mía, pero ¡me encanta! son mis sobrinillos…)